Después de estar de pie durante dos horas, formado en largas filas de cientos de personas; y luego de una hora de estar sentado esperando mi turno para que me tomaran huellas digitales y fotografía… por fin pase con el cónsul quien aprobó mi visa.
Ella era joven, muy gringa en sus modos. Buenas tardes, sinior –me saludó. Deme su pasapourte y su solicitud, por favor –fueron sus primeras palabras hacia mí.
Yo pensaba que me entrevistarían en una oficina grande y suntuosa, con una foto de Barack Obama en la pared del fondo y con un busto de mármol sobre el escritorio con la imagen de Abraham Lincoln; qué equivocado estaba…
Los cónsules se sienten amenazados (supongo) por la barbarie que suponen en la raza azteca y se atrincheran detrás de una ventanilla de cristal que impide todo contacto personal.
Las preguntas comenzaron a salir de sus labios con fluidez y perspicacia; mis respuestas fueron directas, breves y contundentes: ¿Por qué motivo viajas a los EU? ¿A qué se dedican tus hermanos y tus padres? ¿Dónde tienes pensado viajar? ¿Cuánto tiempo? Aquí en México, ¿tienes trabajo? ¿Desde cuándo? ¿Qué haces en un día de trabajo? ¿Dónde estudiaste?
Luego de esta breve entrevista, sin pedirme nada más: ni estados de cuenta ni carta del trabajo (los cuales llevaba muy bien ordenados en un delgado folder de plástico muy lindo), me dijo: “tu visa está aprobada, pasa a pagar a la ventanilla de la mensajería. Eso es todo”.
Aún no sé por cuánto tiempo me la darán, pero llegará a mi oficina en un par de días; hasta entonces conoceré la vigencia. Supongo que como mínimo me dejaran entrar una vez… suficiente para demostrar que no es mi intención quedarme a vivir allá.
Pero qué flojera repetir todo el trámite para renovarla…
CONSEJOS:
1. No te angusties (desde un inicio considera perdidos tus 1900 pesos si eso te hace sentir mejor).
2. No digas que te invitaron desde EU, así sea muy gringa la persona que te hace la invitación y tu seas muy “gente bien” (en especial si eres mujer joven… vi como se la negaban a una jovencita)
3. Si hay algo que no sepas llenar en las formas de solicitud, déjalo en blanco, mientras estás formado dos horas de pie en el sol te explicarán una y otra vez como hacerlo (lleva una pluma negra).
4. Ve bien vestido. La verdad como te ven te tratan, incluso los mismos mexicanitos que trabajan en la embajada son cortantes.
5. Saca tu cita lo más temprano posible. Por comodidad, hace menos calor y será menos difícil la espera en las filas.
6. NO REGALES TU DINERO. Los coyotes son una tomada de pelo.
7. Los cónsules no son mala onda, tampoco los trabajadores mexicanitos de la embajada… pero imagínate lidiar con mil personas diariamente… qué friega.
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